ESCRITURA RÁPIDA: UNA TÉCNICA DE REDACCIÓN ACELERADA PARA PROFESORES UNIVERSITARIOS Y ESTUDIANTES DE DOCTORADO

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**Profesor/Estudiante Sin Prisas Escritura Lenta**

Los científicos y docentes de las universidades y centros de estudios superiores, así como los estudiantes universitarios de licenciatura y posgrado, están acostumbrados a escribir artículos, ensayos, reportes, ponencias, proyectos, y todo tipo de documentos técnicos emanados de sus actividades académicas y científicas. Sin embargo, la mayoría de ellos escribe solamente por inercia, por puro trámite, solamente cuando lo necesita.

Pueden pasar semanas o meses sin que requieran garabatear una página con intención de publicar. Pero cuando de pronto les surge la necesidad de preparar un artículo o un capítulo de libro y están contra el tiempo, desesperados buscan mil maneras de salir del paso lo antes posible. En ese momento de apuro hubieran deseado poder garrapatear sus escritos lo más rápido posible. Pero, como carecen de técnicas escriturales, utilizan la típica alternativa que siempre tienen a la mano, la única que conocen en su mundillo: enfrentarse y lidiar con la página en blanco.

 La Página en Blanco

La página en blanco representa el más grande obstáculo que pueda tener un estudiante o un profesor universitario cuando por fuerza tienen que redactar una tesis para la defensa del grado o un artículo para publicar en un journal. La página en blanco es el desierto de hielo antártico que inmoviliza al individuo y congela sus pensamientos. Miles son los que sufren la ceguera de la nieve a raíz de la blancura de la página o de la pantalla de la laptop, que les incapacita y les impide escribir en ellas.

Al síndrome de la página en blanco se le conoce como “bloqueo del escritor”, y, en el medio académico, es un trastorno universal que en mayor o menor grado afecta a más del 95% de la comunidad universitaria.

Pero, ¿qué es el síndrome de la página en blanco o bloqueo del escritor? Según Mike Rose (1984), es la “incapacidad para comenzar o continuar escribiendo… El bloqueo se mide […] por el tiempo que transcurre mientras se tienen una productiva limitada (o nula) en la tarea de escribir”.

También, Lin Tai Wao señala que el bloqueo del escritor “es el perfecto estado improductivo de aquel sujeto que tiene algo que escribir, que pretende escribir, pero que se colapsa en el intento; es una especie de tetanización del cerebro que engarrota el sentido escritural”.

No pocos escritores profesionales enfrentan de vez en cuando el síndrome de la página en blanco. Sin embargo, como viven y sobreviven de la escritura, no les queda de otra que aprender a manejar esa situación, a anticiparse a sus primeros signos, a domarlo, y, sobretodo, a continuar con la escritura a como dé lugar. En este caso, a diferencia de la máxima académica “publica o perece”, los escritores profesionales “escriben y publican, o mueren”, de inanición.

Numerosos son los escritores famosos que en algún momento de sus vidas fueron invadidos por este mal y no pudieron amansar al monstruo de la página en blanco, se quedaron bloqueados de por vida, como: Juan Rulfo, Truman Capote, Harper Lee, Samuel Taylor Coleridge; dela misma manera, muchos otros, como León Tolstoy, Virginia Woolf, Jack London, y Stephen King, tuvieron bloqueos temporales en determinados momentos de sus vidas creativas, sólo que ellos resolvieron sus situaciones.

 Escritores Rápidos

Contados escritores se caracterizaron por la facilidad que tuvieron para escribir decenas, cientos y hasta miles de libros. Entre ellos se cuentan: Isaac Asimov (ciencia ficción y ensayos), Georges Simenon (novela policíaca y otros géneros), Erle Stanley Gardner (policíaca), Corín Tellado (novela romántica), Bárbara Cartland (romántica y de suspenso), y Charles Hamilton, quien, según el Guinness Book of World Records, es el escritor más prolífico de la historia.

Se estima que Hamilton escribió más de 100 millones de palabras, que publicó en miles de libros. Por esa productividad y variedad de temas que tocó, y como estrategia de mercadotecnia, decidió utilizar diferentes seudónimos. En una semana podía escribir un libro de 80,000 palabras, que es la extensión promedio de una novela. En comparación, uno de los escritores vivos más prolíficos, Stephen King, dice que así sea fin de semana o festivo, él escribe una cuota de 2,000 palabras al día de la novela o cuento en turno.

Simenon encontraba el tema de su siguiente novela, lo analizaba, planeaba, esquematizaba, y lo escribía en tan solo 7 días. Tellado podía hacerlo entre 5 y 6 días. Gardner trabajaba hasta en tres o cuatro historias a la vez para sacarlas en una semana y publicarlas la siguiente. Esta era una forma acostumbrada de trabajar en esta clase autores.

Otros escritores famosos, como Robert Louis Stevenson, que escribió El doctor Jekyll y Mr. Hyde en tan sólo tres días, o Arthur Conan Doyle, que redactó su primera novela de Sherlock Holmes (Estudio en escarlata) en tres semanas, no tenían la costumbre de Simenon o Asimov de elaborar nutridos textos casi todos los días del año, dejando acaso un día de reposo antes de emprender una nueva obra.

 Escritura Rápida

Pero no se trata meramente de escribir por escribir, como si fuera una máquina automática ensartando ristras de palabras a lo loco, sino de qué esta técnica consiste en un proceso creativo, sistematizado, con una historia bien pensada y desarrollada que va hacia un punto visualizado por el autor, que lleva un norte. Ya se trate de una novela o de una tesis, de un libro autobiográfico o de un sesudo tratado, la técnica es la misma.

La escritura rápida no es propiamente una técnica mediante la cual quien la aprenda, practique, y ponga en uso, por arte de magia creará el documento que desee. Es, más bien, una forma de organizarse para empezar a escribir teniendo en claro qué es lo que se quiere crear; con qué ideas y qué materiales de apoyo; con un instinto de los terrenos que se pretende atravesar y un vislumbre de a dónde se desea llegar; de qué tan extenso o corto será el escrito (lo conveniente en este caso es conocer de antemano si se trata de un artículo de 500 o 1000 palabras, o una tesina de 15,000 palabras, o una tesis de 50,000 o 90,000 palabras). Y, ante todo, de qué tan comprometido está uno con esta labor.

Un autor que haga de la escritura su vida, estará comprometido con esta faena al 100%. No se puede decir lo mismo de un académico –y menos de un estudiante–, para quienes la escritura es solamente un instrumento de uso ocasional (por lo cual no aprenden a valorarlo ni a emplearlo de modo apropiado) para apurar un documento que se tiene que entregar a una instancia en un plazo dado.

 Colofón

Aprendí a producir, tanto si quería como si no. Sería fácil decir ¡oh, tengo bloqueo de escritor! ¡Oh, tengo que esperar a mi musa! Yo no. Encadena esa musa a tu escritorio y haz tu trabajo. Barbara Kingsolver

Victoriano Garza Almanza

Ciudad Juárez, Chihuahua

Frontera MEXUS

Martes 18 de mayo del 2021

MÉTODO DE 100 HORAS

La escritura rápida es una de las técnicas que un estudiante puede aprender e incorporar a su estrategia para implementar el MÉTODO DE 100HORAS PARA ESCRIBIR LA TESIS DOCTORAL.

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¿La tesis en 100 horas? Basado en el Método de 100 horas para escribir la tesis doctoral.

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